jueves, 18 de marzo de 2010

Crataegus, insuficiencia cardíaca

El término insuficiencia cardiaca se aplica a situaciones en que el corazón es incapaz de suministrar a la periferia la cantidad de sangre necesaria. Implica el fracaso de la función de bomba del corazón, pero sus manifestaciones clínicas dependen de la repercusión hemodinámica que determina en otros órganos. Este déficit de la contractibilidad del miocardio es el resultado de miocardiopatías o de isquemia o bien de una sobrecarga impuesta al corazón como consecuencia de una lesión valvular o hipertensión arterial. En ocasiones, la dificultad consiste en una restricción del llenado ventricular (pericarditis y arritmias) y aún cuando los mecanismos de compensación son en general capaces de mantener un gasto cardíaco normal, éstos tienen un límite, apareciendo los síntomas congestivos como la disnea. Las medidas terapéuticas habituales incluyen reposo, una dieta baja en sal, digitálicos y diuréticos.
Los extractos de Crataegus han demostrado disminuir la presión arterial y aumentar la amplitud de la contracción del miocardio, efecto atribuido a las procianidinas oligoméricas contenidas en el extracto. Esta amplitud de la contracción va acompañada de una muy reducida elevación de los requerimientos energéticos y de consumo de oxígeno, a diferencia del consumo requerido por los medicamentos estimulantes o elevadores del calcio extracelular. Además, el extracto de Crataegus, prolonga el período refractario, lo cual contrasta con sustancias simpático-miméticas como isoprenalina o glicósidos cardiotónicos, que son arritmogénicos.
Del mismo modo, los extractos hidroalcohólicos de esta planta demostraron: un aumento del flujo sanguíneo miocárdico, un aumento de la fuerza contráctil y un efecto beneficioso sobre el metabolismo de la célula miocárdica; remueven rápidamente los niveles de ácido láctico provocados por isquemia severa de los miocitos, recobrando la función mecánica. Esto demuestra que el Crataegus protege al corazón de la isquemia y del daño inducido por la reperfusión.
Adicionalmente, se ha comprobado que la Tintura de Crataegus oxyacantha tiene un efecto hipocolesterolémico y antiaterosclerótico. Este efecto se debería a una mayor captación por parte de las membranas celulares hepáticas de las moléculas de LDL (colesterol malo), lo cual indica una mayor actividad y número de receptores específicos. También aumenta la excreción de sales biliares, lo que disminuye la acumulación de colesterol en el hígado, y por último, disminuye la síntesis de colesterol por parte del hígado. Estos tres mecanismos aumentan sinérgicamente, obteniéndose una importante acción hipocolesterolemiante.

Conclusiones
Resumiendo las acciones farmacológicas de la Tintura de Crataegus, podemos decir que principalmente es un cardiotónico (efectos inotrópico, cronotrópico y dromotrópico positivos y batmotrópico negativo), mejora la circulación coronaria y la nutrición del miocardio. Ejerce una acción compensadora de los desequilibrios neurovegetativos, regularizando la tensión arterial y los trastornos del ritmo cardíaco. Es ligeramente diurético, sedante, relajante muscular y antiespasmódico.
La magnitud e intensidad de estos efectos varían cuando el extracto es de tipo alcohólico, en que se presentan en mayor grado, a cuando son de naturaleza acuosa. Esto se debe a una distinta concentración y variedad de principios activos y sus fracciones en las dos soluciones.
La Tintura de Crataegus se ofrece como una excelente herramienta terapéutica complementaria a ser considerada por el médico para ser utilizada en forma preventiva o curativa en los pacientes que por su edad, factores de riesgo asociados o por su sintomatología, impliquen un riesgo a la salud de su sistema cardiovascular, particularmente en pacientes donde no esté justificado o indicado el uso perentorio de drogas cardiotónicas, simpaticomiméticas o bloqueadoras de calcio; en pacientes con cuadros clínicos menores o iniciales de enfermedad coronaria, arritmias, insuficiencia cardiaca leve, extrasístoles, taquicardia paroxística, palpitaciones, coronaritis, hipertensión arterial, arteriosclerosis, prevención de anginas de pecho, recuperación post-infarto, espasmos vasculares, distonías neurovegetativas, úlceras por estrés, en las pacientes post-menopáusicas donde no pueda usarse la terapia de reemplazo hormonal o se utilicen fitoestrógenos, en pacientes diabéticos, hipertensos, hipercolesterolémicos, pacientes envejecidos sometidos a “polifarmacia” y además se puede considerar su uso en pacientes que ya han presentado algún accidente aterotrombótico y estén en programas de prevención de futuros accidentes.
No es tóxico, sin embargo, en dosis extraterapéuticas puede producir depresión respiratoria y cardiaca. Se recomienda no sobrepasar las dosis indicadas y prescribir en forma de tratamientos discontinuos.

Dra. Elisa Romio
Farmacéutic