"Una forma de recuperar las recetas simples, sencillas que nos brindan las distintas tradiciones.."
domingo, 9 de agosto de 2009
Recetas natural para el resfrio
Una receta sencilla para el catarro y el típico resfrío con mucha flema es hervir una cebolla cortada en cuatro en un litro de agua con un clavo de olor, luego colar y agregarle miel para endulzar. No se preocupen no tiene gusto a cebolla porque el agua es dulce y no tiene olor. Es Mágica yo la he probado y la mejora del pecho "tomado" es muy rápida. Pruébenla y después me cuentan...
PROPIEDADES DE LA CEBOLLA:La cebolla estimula el apetito y regulariza las funciones del estómago, es diurética, por lo tanto es un medio importante, como depurativo del organismo. Para afecciones respiratorias, cuando tenemos tos, catarro, resfrio, gripe, bronquitis.La cebolla es rica en minerales y oligoelementos: calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre, bromo, ... También abundan la vitaminas A, B, C y E.Además alberga un aceite esencial que contiene una sustancia volátil llamada alilo, con propiedades bactericidas y fungicidas. Ayuda a depurar la sangre, desinfectándola, ya que actúa eliminando las impurezas, tornándola más limpia y pura y por lo tanto con más defensas.Es interesante su contenido en glucoquinina, una sustancia hipoglicemiante considerada la «insulina vegetal», pues ayuda a combatir la diabetes.
Sus enzimas favorecen la fijación de oxígeno por parte de las células, colaborando en la función respiratoria.
Por lo tanto: Estimula numerosas funciones orgánicas, pues es diurética, cardiotónica e hipoglucemiante.
Tiene asimismo propiedades antisépticas y emenagogas (regulación del ciclo menstrual). Reduce, al igual que el ajo, la agregación plaquetaria (peligro de trombosis), así como los niveles de colesterol, triglicéridos y ácido úrico en la sangre. De manera general, favorece el crecimiento, retrasa la vejez y refuerza las defensas orgánicas, sobre todo frente a agentes infecciosos.
En cuanto a sus componentes principales son: agua (89%), glúcidos (8,6 g), fibra (1,6 g), proteínas (1,2 g) y grasas (0,2 g), con 38 calorías por 100 g.
Las indicaciones terapéuticas de la cebolla son:Edemas, oligurias (escasa formación de orina); congestión de los órganos pelvianos en la mujer y prostatismo en el hombre.Enfermedades infecciosas; convalecencia; astenia.Trastornos cardiacos; hipertensión; arteriosclerosis.Resfriados, gripe, bronquitis y tos.Digestiones lentas y flatulencia con hipoclorhidria (disminución de jugos gástricos, pero se desaconseja en caso de hiperclorhidria y ardores).Fermentaciones intestinales; estreñimiento; parásitos intestinales.Nerviosismo, insomnio, depresiones menores.
Diabetes; reumatismo; obesidad y celulitis.
Propiedades de la Miel: Es astringente por eso en esta receta es importante su uso.Las propiedades como alimento se pueden centrar en el rápido aporte energético que proporciona la glucosa al ser directamente asimilada; igualmente, la presencia de elementos minerales como calcio, hierro, cinc.., hacen de la miel un producto idóneo para enfrentarse a los esfuerzos físicos y como regenerador. Asimismo, es aconsejable en alimentación geriátrica y en la dieta de los niños en edad escolar.
La mítica actividad germicida de la miel se debe a varios factores. Por un lado, la alta concentración de azúcares proporciona efectos de ósmosis: las moléculas de agua reaccionan con los azúcares, de forma que el agua libre a disposición de los microorganismos es muy escasa. En este medio tan deshidratado, con un pH bajo y escasez de nutrientes disponibles, la mayoría de los microorganismos son incapaces de sobrevivir. Por otra parte, el peróxido de hidrógeno generado por el propio sistema enzimático se descompone y forma radicales que impiden el desarrollo de los gérmenes. Por último, otros factores propios de la composición (ácidos, flavonoides, actividades enzimáticas, etc.) completan el perfil germicida de la miel.
En gastroenteritis bacterianas se ha demostrado que el tratamiento con miel acorta la duración de la diarrea en los pacientes y ello puede ser atribuido al efecto antibacteriano. En úlceras de estomago, recientes experimentos han probado que algunas clases de miel inhiben el crecimiento de Helicobacter pylori (organismo responsable de algunas úlceras).
Las propiedades vasodilatadoras se deben a los factores fitoquímicos, sus compuestos fenólicos y pigmentos (que actúan como vasodilatadores en las esferas digestivas y renales e incluso reciente mente se han apuntado sus capacidades como antioxidantes y anticancerígenos). Es cierto que la miel presenta escasos niveles de ellos, pero no cabe duda de que un consumo habitual puede suplir esta carencia.
Las propiedades diuréticas y ligeramente laxantes se deben al elevado contenido en fructosa. La acción expectorante y antitusiva se atribuye a los compuestos aromáticos presentes y a su poder de dilución de la secreciones bronquiales.
En dermatología, la miel se ha utilizado profusamente en forma tópica contra quemaduras y úlceras de la piel; previene infecciones por sus propiedades antibacterianas y bacteriostáticas, además proporciona una barrera viscosa que impide la invasión de microorganismos; también contiene enzimas que ayudan en el proceso de cicatrización, ya que promueve la formación de tejidos y por su alta osmolaridad absorbe fluidos edemáticos que mantienen limpia la herida reduciendo picores e irritaciones. Finalmente, se ha demostrado su utilidad para el almacenamiento de injertos de piel.
Por otra parte, se han citado algunos casos de botulismo en bebés por consumo de miel y es necesario aclarar este punto: las esporas de clostridiun botulinun se encuentran en el suelo, que es su hábitat natural y de forma ubicua. La miel, como cualquier otro alimento, pue-de transportar esas esporas. Entre las prácticas de algunos padres está sumergir los chupetes de los bebés en miel. Esta práctica supone un riesgo ya que la flora intestinal no esta debidamente desarrollada y las esporas pueden instalarse en los intestinos y el colon. Las esporas en sí mismas no son tóxicas, pero al germinar liberan una toxina que se absorbe en la sangre y provoca los graves problemas ya conocidos. Por eso, el consumo de miel o cualquier alimento crudo o mal procesado supone un riesgo para los bebés. La miel no debe incluirse en la dieta de bebés de menos de 12 meses de edad.